Osohorterada

Este horrible oso con disfraz de papá noel (o similar) es brillante de día y luminoso de noche. Me resulta difícil decidir si es más feo de día o de noche. Pero debe ser cómodo, al menos tienes dos asientos en sus patas para acoger a los tiernos infantes que por la plaza de Carmelitas de Salamanca pululen.

Oso brillante con camiseta y gorro de santa-claus

Ponerse las botas

El hinchable (enorme) visto en un balcón de una calle estrecha de Salamanca. Nótese en la parte inferior el detalle de las botas que hacen que el muñeco parezca algo más realista (dentro de lo poco que cabe el realismo en este caso, claro).

Papa Noel con botas

Despejando dudas

Una de las labores de los dirigente es, sin duda, la de aleccionar a sus rebaños (no siempre sinónimo de borregos) de la realidad circundante. Por si acaso alguno de nosotros, pobres mortales, no llegamos a la comprensión de la compleja realidad que nos rodea. Muestra de ello son las campañas publicitarias que lejos del adoctrinamiento -las diosas nos libren- aleccionan a la ciudadanía. Pongamos que nuestra borreguez no nos deje darnos cuentas de que el gasto es felicidad. Pues para ello la santa junta-de-castilla-y-león y el excelentísimo ay-untamiento-de-salamanca se preocupan de recordarnos que gastar es un placer e incluso una necedad (perdón, necesidad). Menos mal que aún podemos dormir tranquilos sabiendo que alguien se ocupará de pastorearnos hasta los verdes valle de felicidad consumista.

Salamanca brilla en Navidad, campaña de incitación al consumo de nuestros bienamados gobernantes.

Tengo más bolas…

El «horror vacui» que algunas personas sienten se transfiere en estas fechas desde el interior de sus casas hacia la vista pública. Vean el ejemplo de este árbol, perdón cono, navideño atascado de bolitas multicolores hasta no dejar un hueco disponible. Capturado en la calle Mª Auxilidadora de Salamanca hace un ratito.

Árbol de navidad atascado de bolas

Me quedo pensando en qué poco aprecia esta gente la luz para tapar la ventana con el barroco engendro navideño. Y en que si la decoración interior de la casa es tan abigarrada, qué poco aprecian el espacio. Si existe el verdadero lujo es la combinación de espacio y luz. Sin duda.

Diversiones navideñas

Esta tarde capté esa escena partiendo de El Corte Inglés de Salamanca. Un autobús del año 73 o 74 (según la matrícula), perfectamente limpio, pintado y cuidado (al menos desde fuera) iba lleno de críos todos vestidos de santa-claus o como le quieran llamar. Hasta se aprecia un poco en la foto, a pesar de que la calidad es penosa. Iban gritando y chillando (como mandan los cánones infantiles) todos contentos en sus asientos para el viaje alrededor de la manzana o así. Calculo que habría algún adulto (amén del conductor con su mascarilla) cuidando semejante carga de energía explosiva. En el momento que pasaban iban haciendo la ola, cosa que en esos autobuses sin cinto de seguridad en cada asiento es posible.

Dejo a la imaginación de los asistentes a esta página los comentarios sobre tal actividad, al fin y al cabo hay que fomentar el uso de la neurona libre que los cotilleos y los partidos nos dejan para poder enviar mensajitos en las redes sociales o comprar compulsivamente.

Autobús cargado de niños vestidos de santa-claus.

Reinicio de temporada (que algún día no existirá)

Este año en los primeros días de octubre ya pude ver turrones en los supermercados, aunque alguien me dijo que ya en septiembre se podían comprar. Al paso que vamos la temporada navideña comenzará a retrasarse hasta que se junte el final de una con el principio de otra, con la consiguiente pérdida de ilusión (al que todavía le quede) de ver llegar la orgía alimentaria y consumista que caracterizan estas fechas. Por mucho que lo pienso no llego a saber qué es lo que hace pensar a los fabricantes-vendedores que las ganancias van a ser mayores por comenzar antes. Para mí que es por aquello de «¿Dónde va Vicente»…

La putada, claro, es que nunca podré colocar el «Cierre por fin de temporada» en estas páginas, lo que me obligará a llevar la neurona hasta el límite en la expresión de los cabreos. En fin. Disfrutemos, al menos de momento, que fin y principio no se solapan cual Ouróboros.

Otro miembro del club

El otro día encontré, tras las indicaciones de una amiga, otro miembro del club de odiantes de la navidad. Se trata del bar-cafetería-restaurante «Limón serrano» de Salamanca, en la vidriera-escaparate el dibujillo de felicitación se encuentra tachado, mostrando a quien quiera leer «FELIZ NAVIDAD» y también «PUTA NAVIDAD». No se trata de una gamberrada, pues en el otro lateral hay un santaclaus al que le han pintado un chorro de pis sorprendentemente parecido en el efecto al logotipo que decora el inicio de estas páginas desde hace casi década y media.

Quede esta entrada en las páginas como el colofón a esta temporada. Cerramos pues el grifo de chorradas hasta que una nueva temporada nos haga rechinar los dientes. Salud -que falta hace- mientras tanto.

Los ostentosos

Ostentar es uno de los pecados capitales de este país, incluso para aquellos a los que los pecados le quitan el sueño. Hacer gala de la riqueza, del poderío, es una forma como otra cualquiera de compensar la falta de confianza en uno mismo. Vean el «humilde belencito» que alguien -sin ánimo alguno de ostentación- ha montado en su balcón. No me acuerdo muy bien de en qué calle está hecha la foto, pero juraría que no lejos del Parque San Francisco en León.

Las figuras de los adultos, sin ánimo de ser preciso, juraría que andan por el metro de altura. Menos mal que no han puesto el ángel ni las bestias de cuatro patas, porque se tendrían haber apelotonado como japoneses en hora punta del metro. Aspirantes al premio de ostentación que quizá instaure la próxima temporada navideña. Si me acuerdo, claro.

Duda razonable

A la vista de la decoración que se ve en la foto (hecha en una tienda de artículos de cuero en Béjar), me pregunto cuál habrá sido la intención del ejecutante. Posibilidades:

a) El rey (reina) del ahorro

b) Los reyes sirven para ahorrar

c) Con los ahorros serás el rey (reina)

d) El rey se hace con el dinero

e) Ninguna de las anteriores

Salvo la e) el resto son bastante intrigantes (en el sentido literal). Igual es que tengo la mente malpensada en estas fechas en las que, fíjense, se nos dice que los reyes traen regalos. Será en otros lugares, en este nuestro se los suelen llevar. Al menos eso, también, se nos dice.

Juzguen uds.