Be-lén-e-lec-tró-ni-co-bip-bip-bip

El misterio electrónico o el misterio de la electrónica. He ahí la cuestión. De momento se ha escrito más sobre Jesucristo que sobre electrónica, probablemente, pero la balanza al final se inclinará hacia esa ciencia-técnica tan útil (por ejemplo para escribir estas chorradas de adviento). La construcción que aprecian en la foto es vieja (viejísima a tenor de los componentes usados y el contendor, una vieja radio de válvulas) y se encuentra en la calle Mayor de Reinoso de la otrora industriosa Béjar (Salamanca). Allá pueden uds., entre paseo por «La covatilla» y el «Jardín del Bosque» apreciar la artesanía que hoy les traigo para deleite.

Belén hecho con componentes electrónicos
Belén hecho con componentes electrónicos

Y aquí un detalle de las figuras humanas -es un decir- del misterio.

Belén hecho con componentes electrónicos
Belén hecho con componentes electrónicos

Evasiones posibles

Para aquellos de ustedes que deseen no estar en el mundo estos-dias-tan-señalados, les ofrezco la opción «máscara anti-todo» cuya fotografía está tomada en una de estas tiendas donde venden cosas para fumetas o porreros. La intencionalidad del diseño parece ser no desperdiciar nada de la preciosa substancia (marihuana o hachís) dada la escasez que nos invade por doquier.

 La dicha máscara puede ser usada por los odiadores de la navidad para escalar a un estado de insconciencia que permita superar los rigores de las fechas. No descarto hacerme con una.

Máscara para fumetas
Máscara para fumetas

Por poco dinero

Dice la gente que sabe, que ya no estamos en crisis. Que a partir de ahora, señores y señoras lectores y lectoras, esto es lo que hay. Que no se va a retornar a aquellos mundos de yupppies y grúas. Que se relajen ustedes y empiezen a disfrutar de lo que tienen (que con certeza no es poco si pueden leer estas líneas) y que empiecen de una buena vez a comportarse acorde a lo que hay sin esperar que las mejoras de la economía hagan de nuevo fluir ríos de leche y miel para el vulgo.

Dicho esto entro el cuerpo de la reflexión que no es otra que la admiración por la imaginación, la sorpresa por la cabezonería y la naúsea por lo manido. Todas las tres cosas tienen los propietarios de esta tienda de productos de peluquería para profesionales sita a pocos metros de donde el Baltasar mulato del comentario de ayer repartía sus tarjetitas. Admirable es la imaginación que se echa para decorar acorde a las circunstancias. Sorprendente la cabezonería en intentar a toda costa «decorar» la ciudad y llamar la atención de los viandantes. Y nauseabunda la estética manida y aburrida de la maldita navidad que vuelve insistente cada año.

Escaparate imaginativo de bajo coste hecho con globos.

Tienen huevos (o pelotas)

Y el título es literalmente cierto. En este escaparate de una tienda de lanas en la avenida de Portugal de Salamanca han realizado un misterio con el producto de la tienda. Muy imaginativo, simpático y de bajo coste. Llaman la atención a la baja, sin embargo, las figuras de los personajes parecen condones. Si, de esos de fantasía. Y en su interior las caritas son eso, huevos o pelotas. El efecto es cómico por demás, como pueden observar. Me queda la duda si la artista ha querido decir algo irreverente, enseñar alguna lección de rebeldía o, simplemente, no se ha enterado de la orgía.

Escaparate navideño con bolitas o huevos

Con esta publicación espero que termine la sequía (de agua y de entradas en este infame blog). He dicho.

Escaparate de bajo coste

No es que me gusten especialmente los ciervos de cartón, creo que su consumo produce indigestiones y por eso no recomendaría zamparse este del escaparate. Está en una tienda de repuestos de vehículos en Valladolid (el de España) y entra en el concurso de escaparates de la ciudad. Al menos en este caso se han trabajado una idea sin recurrir más que materiales baratos, paciencia y sobre todo imaginación. ¡Ya podían ira aprendiendo nuestros políticos!

Escaparate
Escaparate

Que no, joooooder

Señores, que los judíos y los musulmanes no comen cerdo, coño. De modo que mal puede haber un tío vendiendo cerdo en un belén. Pues no les entra en la cabeza.

Figura belén carnicero con cabeza de cerdo
Figura belén carnicero con cabeza de cerdo

Este de la foto, concretamente, está hecho en terracota y expuesto en un local de Valladolid (Expaña)

Y otra DeCabada

Por no menospreciar al meón que veíamos ayer presentamos, perfectamente integrado en la realidad histórica del belén: el carro que está a la venta con pocos Km. Un lujo de imaginación, sin duda.

Carrito de belén
Carrito de belén

El meón de De Cabo

Vean este bello personaje de la mitología judeo-cristiana, el meón o meaner, que se encuentra en el portalillo que cada navidad decora los escaparates de De Cabo en el paso de Canalejas de Salamanca. Para no tener envidia de los catalanes y su caganer, desde luego, pero para echarse a temblar como se entere el Fatzinger que ha quitado la mula y el buey.

Meaner
Meaner

La mano divina

Vean que magnífico ejemplo de diseño hortera que aprovecha la ñoñería imperante en estas-fechas-tan-señaladas para vender cualquier mierda como objeto decorativo. Joder, estoy tentado de regalárselo a algúna persona para hacerle la putada. Porque putada es tener que colocar encima de la mesa (en las teles de ahora ya no caben cosas) una mano con estigma y los personajes de la bufonada cristiana de la navidad en las puntas de los dedos y con nubecitas. El tamaño de la cosa es la ostia, nunca mejor dicho, casi medio metro . Si es que es imposible hacerlo más feo.

Mano divina de un chino
Mano divina de un chino

 Pues si, lo han adivinado, lo he visto en el escaparate de un chino. Siento mucho que la foto no de para más, pero les juro por Sinter Klaas que intentaré hacer una mejor.

El tiempo no pasa

Por la propia estructura de la imagen se diría que el escaparate es de 1912. Pues no, señores, es de hace una semana y seguimos en muchos sentidos como hace un siglo. En otros, hay que reconocerlo, hemos mejorado. Y en algunos estamos retrocediendo como en la máquina del tiempo hacia el siglo XX y dentro de un par de años estaremos en el XIX. 

Calendarios
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