Depredaciones ilustradas

Comentaba en esta entrada de hace pocos días el esquilmado de musgo que en estas fechas tiene lugar. Especie protegida que, da igual, es recopilada depositada sin vergüenza alguna en las decoraciones. No se trata de unos centímetros cuadrados en algunos casos, como este cuya foto pueden ver más abajo. Se trata del belén que año tras año montan en la iglesia del Salvador en Béjar y que ocupa -calculo yo- cerca de 30 m2, muchos de ellos cubiertos por el desgraciado musgo.

En la foto se puede ver un rinconcillo del enorme engendro que este año tenía hasta pirámides y esfinge, amén de figurillas en movimiento y las consabidas corrientes de agua. Había por allí un paisano que buscaba un pez en un laguillo, no sé si por vacilar al personal o por entablar conversación para darle la paliza a los visitantes, me creo que más bien lo segundo vista la coña que su acompañante les estaba dando a una pareja de turistas

Depredaciones navideñas

Somos depredadores de la peor clase: por diversión, por estética.

Es -o debería ser- sabido que el musgo es una especie vegetal protegida. Pero nos da igual, llega la puta navidad y salimos a arrancar musgo de las piedras para hacer nuestras decoraciones. La foto es de Béjar, lugar donde el musgo abunda, pero si todo el mundo hiciera las tropelías que los de la foto (la instalación es como 10 o 12 veces lo que se ve) dentro de pocos años el musgo sería un recuerdo.

Respetemos la naturaleza, joder, que queramos o no somos parte de ella y de ella depende nuestra existencia.