Si hay algo que me pone malo es la manía esta de la gente de saludarse y despedirse como si esta noche se acabase el mundo, sin considerar que cada día empieza un año nuevo y que la convención del cambio de fecha es justo eso, un acuerdo más técnico y político que otra cosa. Hoy convertido también en un evento consumista, como todas estas fechas y casi cualquier cosa que nos rodea: publicidad, figuración y consumismo. Un asquito, la verdad.
Y para diferenciarse de «la masa» y ser original no dudamos en hacer el ridículo de las maneras más variadas. Una de ellas, bastante extendida, es la de colocar anglicismos (en tiempo fueron galicismos) a las cosas y actitudes habituales. En ese orden ideológico entra la foto que ilustra este comentario. Se trata de una empresa que vende jamón y embutido de Salamanca y que se llama, muy apropiadamente, Viandas de Salamanca. Pues en un escaparate de su tienda «www.viandas.shop» que hay en una de las construcciones adosadas a la iglesia de San Martín, en la plaza del Corrillo de Salamanca, encontré el escaparate de «merry christmas» que anuncia en castellano el «tapas experience» y la «visita nuestra organic farm». Ahí termina todo el inglés de los cartelitos que no están pensados para anglo-parlantes ya que el resto está en castellano, sino para la gente «cool» y los «VIP» que saben cuatro palabrejas y que considerarán, digo yo, que estas cosas tan «chic» merecen la pena. Cada uno se vende como quiere, como puede o como le dejan. Pero a mi me parece una ridiculez y cosa de «snobs». Siempre me lo ha parecido y siempre me lo parecerá, do-re-mi, do-re-fa. Perdón C-D-E, C-D-F en nomenclatura anglosajona. No rima, pero así es la «life» mis «friends».
Me encanta el cerdito con el raso rojo y las luces en la chepa. Es lo más, lástima que no estuviesen encendidas y que la fotos sea tan mala.
Escaparate «merry christmas» de la tienda «www.viandas.shop»