La gran mentira

Hoy es la noche de la gran farsa. Bueno, en realidad la tercera noche de farsa de estas fiestas.

1ª Según todos los indicios Jesús, si existió, no nació en diciembre.

2ª No hay ningún tipo gordo vestido de verde ni de rojo que traiga chismes a los niños.

3ª Tampoco tres reyes (en España de momento solo hay dos) que llenen las casas de trastos inútiles.

Ligar las segunda y tercera de las farsas citadas, me hace pensar en una frase que decía un hermano que tuve (hoy abducido por Ernesto Laguna Verdana u otro heterónimo): «Dios no existe, son los padres».

Dicho esto, abnegados/as lectores/as y engañadores de niños/as, se comienza a ver la luz del nuevo año tras el túnel navideño. Ánimo, ya queda poco para volver a la dura irrealidad (Roto dixit).

Que duro es volver a la irrealidad - El roto
Que duro es volver a la irrealidad – El roto

Manía por la navidad

Nacimiento en una fuente pública italiana

En Nápoles hay verdadera pasión por los nacimientos que, según aseguran, surgieron allí. Los artesanos pueblan las calles centrales y más turísticas de la ciudad vendiendo sus mercancias durante todo al año y, por supuesto, haciendo envíos donde haga falta. Hay hasta una calle en la que solo hay tiendas de este tipo.

La pasión por los misterios también llega a la población en general que los monta en los más inusitados lugares. Para ejemplo la foto que ilustra el comentario, en la que han colocado un belén en una fuente pública. Si no recuerdo mal la foto está hecha en Nápoles, pero no lo aseguraría al 100%. Es reseñable el respeto que tienen por el montaje, que nadie toca ni daña. Ya podrían hacer lo mismo con el resto de la ciudad que es un verdadero caos.

El perfume (de la gilipollez)

Cada año la misma historia en variadas letras que vencen en: febrero (por el día de los ena-morados), mayo (día de la madre) y diciembre (navidades y reyes). Se trata, como habrán podido sufrir (y sufren aún) los visitantes casuales a esta página, de la costumbrita que los perfumistas han cogido contra los videntes de sus publicidades. En realidad «las costumbritas», pues que dos son.

Una de ellas la de poner sus anuncios con variados y ridículos acentos de pronunciación del producto y su fabricante. Ridículo resulta que un nombre castizo como Paco Rabane sea pronunciado en la variante del gabacho: Pakó Gaban (no es un abrigo, no crean) o que la indudablemente de origen hispano Carolina Herrera se transforme en Karrolina Jerrera (ni a guerrera llega). Es una absurdez que llega este año a su límite cuando, por la moda yanqui de poner nombres en castellano, quedan reducidos los perfumes a una amalgama de sonidos impronunciables tanto en su nombre como en su fabricante. Por lo visto los publicistas deben pensar que somos imbéciles y que por el solo hecho de oír que el productito es de origen guiri lo vamos a comprar. Igual lo somos (imbéciles).

La otra manía es la determinante de que efectivamente somos imbéciles. Se trata de vender como un acto de libertad y de individualidad algo que no es más que un ejemplo de borreguismo: comprar un producto industrial movidos por la masa. Por mucho que nos quieran hacer comulgar con la rueda de molino de que un perfume nos hará libres o nos definirá como libres e indómitos, no haremos más que obedecer a una imagen elaborada, así que ni una cosa ni la otra. Como tampoco seremos más jóvenes o independientes por oler a una fragancia o a otra. La bofetada de la realidad la vemos (o deberíamos) todos los días cuando como dóciles borregos, obedientes como girasoles, hacemos de la publicidad la base de nuestra vida y nuestras decisiones.

Lo dicho ha versado sobre los perfumes, pero es igualmente extensible a las ropas, comidas y hasta los libros que (ojalá) leemos, las pelis que vemos y si me apuran hasta la opiniones políticas que elevan al olimpo de los ídolillos a gentes zafias, vulgares, abstrusas, necias y zoquetas.

¡Hala, comprad, comprad, malditos!

*Bella metáfora de Galdós, por cierto.

Declaración de principios y alguna sugerencia

El regalito que hay en la plaza mayor de Salamanca
El regalito que hay en la plaza mayor de Salamanca

A veces las cosas hablan por sí mismas. Es el caso de la decoración navideña que pretende «embellecer», suponemos, tal monumento. Como idea podíamos colocarle un gorrito de papanoel al David de Michelangelo, con luces a ser posible. O una guirnaldita fosforescente y animada a la Gioconda, por citar algún caso emblemático. Hasta, si queremos cruzar el charco, disfrazar de rey mago (negro a ser posible) a la famosa estatua de la libertad.

La ventaja que tiene «nuestro» regalito, es que también sirve de pantalla LED en la que se pueden poner variadas decoraciones. Sugiero que algún rato, fuera del horario infantil, se proyecten fotos de cierto tipo. Como se puede uno colocar dentro del regalito, las posibilidades son bastante sugerentes ¿no les parece?

Dejo ya de escribir, que parece que el año nuevo me está calentando los sesos y otras partes menos mencionables.

Cuestión de imaginación

Con un material como una tira de LED de intemperie han hecho los «técnicos» municipales de Béjar la chapuza de mal gusto que hay bajo estas líneas. Vean, vean.

Chapuza hecha con tiras de LED en el murallón de Béjar
Chapuza hecha con tiras de LED en el murallón de Béjar

No es tan horrible como parece, además es chapucero, no vean uds. el engendro que han hecho para conectarlo a la iluminación de una farola. Sin embargo, con semejante material, unas tiras de luces, se puede hacer algo más elegante con no mucho más trabajo y que, para más inri, está al lado en una calle a 50 metros escasos, concretamente en la fachada del hospital. Vean como un poco de jugo de sesos vale para mucho.

Tiras de LED en forma de arbol navideño en el hospital de Béjar
Tiras de LED en forma de arbol navideño en el hospital de Béjar

Mucho más elegante, igualmente sobrio y tampoco requiere mucho más esfuerzo. Al final, todo son ideas, y si uno no tiene las suyas, pues se pueden copiar las de otros y reinterpretarlas, lo hacemos todos. De contínuo. Es así la iluminación «divina» que a veces se asienta en la ingestión de substancias de cierta graduación alcohólica o de otras substancias no legales.

Tiras de LED en forma de bombillas en Salamanca
Tiras de LED en forma de bombillas en Salamanca

Cada día comienza un año nuevo

Si hay algo que me pone malo es la manía esta de la gente de saludarse y despedirse como si esta noche se acabase el mundo, sin considerar que cada día empieza un año nuevo y que la convención del cambio de fecha es justo eso, un acuerdo más técnico y político que otra cosa. Hoy convertido también en un evento consumista, como todas estas fechas y casi cualquier cosa que nos rodea: publicidad, figuración y consumismo. Un asquito, la verdad.

Y para diferenciarse de «la masa» y ser original no dudamos en hacer el ridículo de las maneras más variadas. Una de ellas, bastante extendida, es la de colocar anglicismos (en tiempo fueron galicismos) a las cosas y actitudes habituales. En ese orden ideológico entra la foto que ilustra este comentario. Se trata de una empresa que vende jamón y embutido de Salamanca y que se llama, muy apropiadamente, Viandas de Salamanca. Pues en un escaparate de su tienda «www.viandas.shop» que hay en una de las construcciones adosadas a la iglesia de San Martín, en la plaza del Corrillo de Salamanca, encontré el escaparate de «merry christmas» que anuncia en castellano el «tapas experience» y la «visita nuestra organic farm». Ahí termina todo el inglés de los cartelitos que no están pensados para anglo-parlantes ya que el resto está en castellano, sino para la gente «cool» y los «VIP» que saben cuatro palabrejas y que considerarán, digo yo, que estas cosas tan «chic» merecen la pena. Cada uno se vende como quiere, como puede o como le dejan. Pero a mi me parece una ridiculez y cosa de «snobs». Siempre me lo ha parecido y siempre me lo parecerá, do-re-mi, do-re-fa. Perdón C-D-E, C-D-F en nomenclatura anglosajona. No rima, pero así es la «life» mis «friends».

Me encanta el cerdito con el raso rojo y las luces en la chepa. Es lo más, lástima que no estuviesen encendidas y que la fotos sea tan mala.

Escaparate «merry christmas» de la tienda «www.viandas.shop»

Reivindicar tradiciones

Decoración navideña típica de la sierra salmantina.
Decoración navideña típica de la sierra salmantina.

En lugar de andar lamíendole el culo a los yanquis y sus tradiciones convertidas en productos de mercado se puede, también, recuperar tradiciones locales. No tienen por qué ser mejores, pero al menos serán menos manipuladas y transformadas en algo vendible (ahora le dicen monetizable, horroroso anglicismo donde los haya).

La foto, tomada en la calle Van Dyck de Salamanca tiene el consabido muñequito de cerámica representando al niño dios y detrás una decoración típica de la sierra salmantina hecha con panes y con velas, amén de otras decoraciones y manualidades. Mucho más elegante que esos papanoeles rojos cocaloca que, según parece, antes de la invasión publicitaria de las aguas negras azucaradas, se vestía de color verde.

Yo quiero uno parecido

Maniquí plateado desnudo como parte de un árbol de navidad.
El mito de Pigmalión hecho arbolito

A mí también me apetece tener un árbolito navideño de este tipo, del que salga una hembra en bolas y pintada de plateado. Eso sí, por favor, que la hembra sea de carne y hueso, que el mito de Pigmalión ya no me lo creo mucho. La foto, hecha en la zona de la plaza de Carmelitas de Salamanca y es una demostración (ya pondré más) de que lo pagano invade la celebración y que, menos mal, va mejorando un poco la estética típica y hasta desapareciendo el mal gusto.

Hoy no se cree

Oggi non si fa credenza - Hoy no se cree - Amalfi (Italia)
Oggi non si fa credenza – Hoy no se cree – Amalfi (Italia)

La foto superior no está hecha en navidad, sino en pleno mes de octubre, en Amalfi, bello pueblo italiano por desgracia masificado por el turismo.

Si el turista ocasional continúa por la calle principal durante unos 500 o 600 metros, encontrará la entrada a la via capuano, donde -si la memoria no me falla- está hecha la fotografía. El desastroso belén que mezcla tradición cristiana con elementos puramente paganos, se encuentra en el agujero de una pared, literalmente. Tiene hasta lucecitas, quizá las enciendan en estas fechas, pero conociendo a los chapuzas de los italianos, lo dudo mucho.

En el dintel superior del agujero hay una inscripción más que curiosa: Oggi non si fa credenza, hoy no se cree. Vaya ud. a saber la intención del «artista» al construir el belencito y colocar la tal inscripción.

Ideas de bajo coste

Vean este estoposo ejemplo de una decoración de bajo coste capturada en un escaparate de Béjar. Está hecha con una bolitas de corcho blanco, un trozo de cartón y cuerda de esparto (de ahí lo de estoposa decoración), etc. El resultado no es de lo más elegante, pero al menos tiene la gracia del bajo coste de los materiales y la dedicación manual que, además, no resulta una horterada de 1ª categoría.

Además siempre puede reutilizarse la cuerda caso de que uno no sea capaz de aguantar la paliza navideña que nos rodea.

Angelito de cuerda de esparto
Angelito de cuerda