Dios rogando…

Lo que se ve en la foto es uno de los belenes que hay en exposición hasta mañana en el centro cultural «El bodegón» en Béjar (Salamanca). En este bello paraje hay una leyenda sobre la reconquista del lugar a cargo de bejaranos que bajaron de la montaña al mando (y quizá idea) de un tal Pelay González, disfrazados de musgo. Ni que decir tiene que el evento se diluye entre la historia, el mito y la leyenda. El caso es que la tradición de los hombres de musgo ha llegado hasta nuestros días y el día del corpus (antes jueves, hoy domingo) salen varios lugareños ataviados de tal guisa acompañando el sarao que, dicho sea de paso, está declarado de interés turístico.

El belencito o misterio en cuestión que da vida a este comentario está hecho en honor y reclamo de esta tradición. Vean cómo los muñequitos van todos ataviados de musgo (niño dios incluido) y todos con su maza de musgo (niño dios incluido), así unos «A dios rogando y con el mazo dando» y otro, si son uds. «Dios con el mazo dando». Un vaticinio, quizá, de lo que nos ha rodeado y aún rodea, por desgracia.

Manía por la navidad

Nacimiento en una fuente pública italiana

En Nápoles hay verdadera pasión por los nacimientos que, según aseguran, surgieron allí. Los artesanos pueblan las calles centrales y más turísticas de la ciudad vendiendo sus mercancias durante todo al año y, por supuesto, haciendo envíos donde haga falta. Hay hasta una calle en la que solo hay tiendas de este tipo.

La pasión por los misterios también llega a la población en general que los monta en los más inusitados lugares. Para ejemplo la foto que ilustra el comentario, en la que han colocado un belén en una fuente pública. Si no recuerdo mal la foto está hecha en Nápoles, pero no lo aseguraría al 100%. Es reseñable el respeto que tienen por el montaje, que nadie toca ni daña. Ya podrían hacer lo mismo con el resto de la ciudad que es un verdadero caos.