Una de polacos

Existe en Polonia la costumbre de que los curas en estas-fechas-tan-señaladas vayan casa por casa haciendo visitas en las que se les agasaja con viandas varias, se engalana el hogar con aditamentos religiosos y se les entrega un sobre con dinero. Van precedidos por unos monaguillos que allanan el camino. Una vez hecha la visita, y ya con el sobre en el buche, trazan con tiza las letras C+M+B+2012 ó bien K+M+B+2012 en la puerta de las casas que ya han esquilmado, recordando aquella bíblica historieta de las marcas o cruces de sangre de cordero en las puertas. Las iniciales son de los tres reyes magos y el año. Vean la foto ilustrativa tomada en una ciudad de Silesia hace unos días.

c+m+b+2012
c+m+b+2012

Y es que los polacos, desde que tuvieron un papa nacional, son más papistas que el papa. Actualmente, la reserva espiritual de europa. Así no hay quien salga de la edad media.

¡Toma galleta!

El año en curso, pero hace 11 meses y pico, la inspectriz de este sitio (la perversa Niki), me hizo el regalito que se puede ver en las fotos. Se trata del trabajo de navidad del año 2007 de la susodicha señorita y su madre que, a un kilómetro apenas del lugar donde comenzó la segunda guerra mundial, se entretuvieron en hacer galletitas de jengibre de delicioso sabor, típicas de Polonia [Polandia ;-)].

Galleta de gengibre con odiolanavidad.es
Galleta de gengibre con odiolanavidad.es

Galleta de gengibre con odiolanavidad.es
Galleta de gengibre con odiolanavidad.es

En las largas tardes de invierno (allí anochece como dos horas antes) se solazan en este tipo de cositas. Por cierto que algunas de las galletas no se pueden comer ya que lo artístico de ellas hace que uno quiera conservarlas, como pasó con otras MUY divertidas que hicieron cuando niños y que tuve oportunidad de contemplar hace unos meses.

Esta ocurrencia de hoy, como pueden ustedes comprobar, no hace sino confirmar que hasta los más acérrimos detractores de la maldita navidad acabamos cayendo en la ñoñez. Con respecto a la foto de las galletas, si hay consenso suficiente entre los visitantes de esta página, una de ellas se puede convertir en el logo de la página. Para ello exijo que al menos diez 10 personas me lo pidan. He dicho.