O quizá no tanto. Pero como la navidad bien entendida empieza por uno mismo, he aquí la decoración de la taza del váter que he colocado. Para poder cagarme en la navidad con toda la propiedad de la frase. Podría también hacerse un cachondeo con lo de «el gordo» tal día como hoy, pero creo que quedará para el año próximo.
Por supuesto y para que conste que el que escribe estas páginas también se ridiculiza a sí mismo, aquí queda la entrada y la correspondiente foto.