El estilo cutre de misterio que vimos en Béjar
(Salamanca) parece que es el estilo de moda. Hoy lo hemos visto en
Medina del Campo (Valladolid). La misma técnica de reciclaje de
materiales, hecho deprisa y corriendo, la misma cutrería y pobre
realización. La crisis no perdona, amigos.
La crisis se nota en cada detalle de nuestras vidas.
Fíjense en este «misterio» que han montado junto al ayuntamiento de
Béjar. Una mirada detallada nos informa de que las figuras son de
cartón, planas y pintadas con poco detalle. El niño debe tener unos 60
años mínimo y es una de esas esculturas tan del gusto de la posguerra.
Luego, como colofón, los hombres-niño de musgo, tan del estilo beharahui
que son dos maniquíes reciclados de algún comercio. Donación que sin
duda el industrioso comerciante reflejará en sus cuentas en las que se
desgravará un tanto por ciento de la donación. Los muñecos, no me he
podido resistir a incluir detalles, están tuertos ambos sin asomo de
vergüenza ni disimulo, uno del ojo izquierdo y otro del derecho. No
hablaré de la necesidad de que las instituciones se desvinculen de las
costumbres religiosas de los ciudadanos porque eso es cosa de otro
siglo, que en el XXI en España estas cosas no las veremos.
Belén cutre en BéjarHombe niño de musgoHombe niño de musgo