Moderneces

El vecino del láser en Torres Villarroel es el único de la calle que ha hecho semejante decoración. Menos mal, si hubiese una docena no habría ni estorninos y ni necesidad de discotecas. Eso sí, habría que llevar gafas de sol sobre todo de noche.

Laser en balcón de Torres Villarroel

Campar a mis anchas

La foto que ilustra este comentario podría estar hecha en casi cualquier parte del país. Intentando no mirar las ideologías y creencias de los vecinos (con esfuerzo se puede hacer), verán que detrás del rey mago negro de cartón hay un altavoz de no desdeñables dimensiones que, claro, estaba escupiendo villancicos a todo volumen. Y es que como dice mi amigo Miguel «El problema de esta ciudad (pueblo, villa…) es que todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío».

Hala, campeen a sus anchas, que no pasa nada.

Balcones navideños, uno con altavoz incorporado.

¡Ay Vaca-rena!

Vaca-rena tien un novio
que se llama de apodo Rodolfito…

Pongan uds. música a esta letruja que acabo de pergeñar, o elijan la famosa de la Macarena de «Los del río», copia más afamada su original «Tengo una pena» del grupo «Desmadre 75» que se hizo también muy famoso (pero menos) con aquella de «Saca el gûisqui Cheli».

¡Que tiempos aquellos en que la publicidad del alcohol y el tabaco campaba a sus anchas en la sociedad post-fascista!

Vean a Vaca-rena en plena calle Colón de Béjar haciendo gala de sus mejores postizos para estas-fechas-tan-señaladas.

Vaca descornada con diadema de cuernos de reno (o rena), o sea, Vaca-rena

Osohorterada

Este horrible oso con disfraz de papá noel (o similar) es brillante de día y luminoso de noche. Me resulta difícil decidir si es más feo de día o de noche. Pero debe ser cómodo, al menos tienes dos asientos en sus patas para acoger a los tiernos infantes que por la plaza de Carmelitas de Salamanca pululen.

Oso brillante con camiseta y gorro de santa-claus

Ponerse las botas

El hinchable (enorme) visto en un balcón de una calle estrecha de Salamanca. Nótese en la parte inferior el detalle de las botas que hacen que el muñeco parezca algo más realista (dentro de lo poco que cabe el realismo en este caso, claro).

Papa Noel con botas

Despejando dudas

Una de las labores de los dirigente es, sin duda, la de aleccionar a sus rebaños (no siempre sinónimo de borregos) de la realidad circundante. Por si acaso alguno de nosotros, pobres mortales, no llegamos a la comprensión de la compleja realidad que nos rodea. Muestra de ello son las campañas publicitarias que lejos del adoctrinamiento -las diosas nos libren- aleccionan a la ciudadanía. Pongamos que nuestra borreguez no nos deje darnos cuentas de que el gasto es felicidad. Pues para ello la santa junta-de-castilla-y-león y el excelentísimo ay-untamiento-de-salamanca se preocupan de recordarnos que gastar es un placer e incluso una necedad (perdón, necesidad). Menos mal que aún podemos dormir tranquilos sabiendo que alguien se ocupará de pastorearnos hasta los verdes valle de felicidad consumista.

Salamanca brilla en Navidad, campaña de incitación al consumo de nuestros bienamados gobernantes.

Tengo más bolas…

El «horror vacui» que algunas personas sienten se transfiere en estas fechas desde el interior de sus casas hacia la vista pública. Vean el ejemplo de este árbol, perdón cono, navideño atascado de bolitas multicolores hasta no dejar un hueco disponible. Capturado en la calle Mª Auxilidadora de Salamanca hace un ratito.

Árbol de navidad atascado de bolas

Me quedo pensando en qué poco aprecia esta gente la luz para tapar la ventana con el barroco engendro navideño. Y en que si la decoración interior de la casa es tan abigarrada, qué poco aprecian el espacio. Si existe el verdadero lujo es la combinación de espacio y luz. Sin duda.

Diversiones navideñas

Esta tarde capté esa escena partiendo de El Corte Inglés de Salamanca. Un autobús del año 73 o 74 (según la matrícula), perfectamente limpio, pintado y cuidado (al menos desde fuera) iba lleno de críos todos vestidos de santa-claus o como le quieran llamar. Hasta se aprecia un poco en la foto, a pesar de que la calidad es penosa. Iban gritando y chillando (como mandan los cánones infantiles) todos contentos en sus asientos para el viaje alrededor de la manzana o así. Calculo que habría algún adulto (amén del conductor con su mascarilla) cuidando semejante carga de energía explosiva. En el momento que pasaban iban haciendo la ola, cosa que en esos autobuses sin cinto de seguridad en cada asiento es posible.

Dejo a la imaginación de los asistentes a esta página los comentarios sobre tal actividad, al fin y al cabo hay que fomentar el uso de la neurona libre que los cotilleos y los partidos nos dejan para poder enviar mensajitos en las redes sociales o comprar compulsivamente.

Autobús cargado de niños vestidos de santa-claus.