El regalo de este año

Si no encuentra usted el regalo del siglo es porque no quiere. La gilipollez futbolera llega a tal punto en este puto país que los diseñadores de objetos de todas las categorías caen en el agujero negro de la horterada al menos una vez. Vean esta cama de mascotas con el logo de un conocido equitpo de fútbol. Pobres bichos, la que tienen encima. Claro, por eso en ciertas religiones se considera que reencarnarse en un perro es un descenso en la escala del karma.

Regalo para mascotas
Regalo para mascotas

Animalitos

«Pelo-pico-pata» es una revista de mascotas editada en España. Esta puntualización es necesaria puesto que gran parte de los lectores de estas páginas procede de fuera del imperio del cemento en decadencia que es este país actualmente.
A lo nuestro. La foto que ilustra este comentario está tomada en un quiosco. Es la intención de los editores de la revistita hacer campaña navideña con algo tan tan tan alejado de estas bobadas como son las sufridas mascotas. Nada, que se trata de disfrutar incluso si al bicho le molesta. Fíjense en la cara del pobre animalito. Por cierto, podría publicar la foto de un perro que me es bastante cercano en pijama, tomada la pasada nochevieja. Pero no es cuestión. Baste decir que a todo poseedor de mascotas se le ha pasado por la mente «humanizarlo» haciéndole partícipe de estas mamarrachadas.
Igual también los animales intentan animalizar a los humanos.

Mascota en navidad
Mascota en navidad

Mas cositas, mascotitas

Amiguetes, ha llegado la revolución al mundo del regalo infantil. La mascota definitiva que:

  • no come
  • no caga
  • no ladra
  • no muerde
  • no molesta
  • no enferma
  • se puede guardar en un cajón.

Con certificado de autenticidad para que se sepa quién la adoptó (no sea que llegado el verano le den una patadita en el culo en la primera gasolinera). Por cierto, que tan buenas y bellas características me hacen pensar que algún día los niños también se fabricarán así.

Mascota artificial
Mascota artificial
Mascota artificial
Mascota artificial