Los encomiables esfuerzos de los diseñadores de belenes en rellenar, sin la menor base histórica ni cultural, hacen que aparezcan cerdos por todos lados. ¡Y ya hemos dicho que no los judíos no comer cerdo, coño, que no es kosher!
Este nacimiento de Beleña (Salamanca) ya mereció su entrada hace un par de años, y este, además debería tener otra porque los muy chapuzas no han cambiado el año nuevo que una cigüeña porta en un hatillo y que reza 2012.