Efecto cadena

A los economistas se les llenan boca y ecuaciones con la teoría de que el mercado está regulado por la oferta y la demanda. Sin meternos en charcos técnicos -de los que somos legos- aceptemos esa teoría que viene a decir que cuando la demanda es grande los precios del producto o servicio aumentan. Lo sufrimos y comprobamos, por ejemplo, con el precio del besugo, de los patés o de los vinos. Y en algo en lo que no reparamos pero que también es muy propio de estas fechas: la electricidad.

Resulta que todas las ciudades y pueblos de este país (y hogares, claro) adornan sus calles con millones de lucecitas que, por poco que consuman, lo hacen. Se alimentan las dichas luces de electricidad y con esa demanda adicional de muchos cientos de horas en muchos miles de lugares hacen subir el precio de la electricidad. Así que ya lo saben, antes de seguir quejándose de que si el gobierno arriba o abajo, que si el oligopolio eléctrico abajo o arriba, etc, quéjense también de toda esa parafernalia luminosa cuyo objeto hoy no es más que «animar al consumo» como antaño lo fue «animar al sol».

¡Como no será la cosa que hasta los yanquis -pueblo derrochón por antonomasia- hacen alusión a nuestros despilfarros navideños gallegos y sus 11.000.000 de LED! No el la única ciudad, no, hay muchas otras. Lean, lean.

Chapuzas a cascoporro

En este mundo hay más chapuzas que personas, porque algunos valen por dos y hasta por tres. Además de chapuzas masculinos también los hay femeninos y hasta LGBT. El sexo no hace la excelencia, por más que nos lo quieran hacer creer por varios frentes. Al lío.

La foto que ilustra este comentario está tomada de la calle Torres Villarroel de Salamanca que luce media docena o así de luminosos LED. Pero por oscuras razones uno de ellos ha sido colocado aún cercenado y todo. De ahí lo de oscuras razones. Quizá es un homenaje a la diversidad que, en mi ceguera social, no he sido capaz de interpretar, pero me da que se trata simplemente de la obra de un chapuzas.

Mejorar lo inmejorable

Adornar la plaza mayor de Salamanca es un burdo intento de hacer lo que el título anuncia «mejorar lo inmejorable». Ay, plaza mayor de Salamanca, pobre destino aguantas muchos días al año con adefesios que afean tu estética barroca: casetas, reposteros, colorines, terrazas, sombrillas, lucecitas y algún escenario. En conjunto aquellos que quieran disfrutar de la estética original de la plaza lo tienen bastante crudo. Quizá haya que elaborar un calendario de plaza «libre de obstáculos» para que los visitantes puedan venir (cuando San Covid lo permita) y gozar de la sensación contemplativa que Churriguera pergeñó.

Si el otro día les mostraba la horrenda visión del super-paquete a la luz del día, hoy les traigo el engendro citado en horas nocturnas. Horrible e hiriente igualmente. Pena, penita, pena.

Engendro luminoso en la plaza mayor de Salamanca

Comienza el espectáculo

Señoras y señores, virus y virus: comienza el espectáculo navideño una vez más.

Los politicastros que votamos tiene ocurrencias dignas de, como se decía antes, bombero retirado. Vaya ud. a saber el origen de la tal expresión curiosa. Pero dejemos a los bomberos retirados disfrutando de su jubileo y centrémonos en las estratagemas innovadoras de nuestros gobernantes para mejorar nuestras vidas (que las suyas están bastante bien).

No vamos a entrar al trapo de la pandemia, pero es evidente que este año la economía anda entre pachucha y jodida. Pues para ayudarla nada mejor que incentivar el consumo, el gasto vamos, que es la medicina que siempre indefectiblemente se aplica en el sistema capitalista en que vivimos inmersos. Hala, majos (y majas) a comprar a comprar que el mundo se va a acabar. Y todo por obra y gracia de los adornos y luces navideños que este año empiezan en octubre. Sí, diez semanazas antes de final de año. y otras dos al comienzo: un total de 12 semanas = 3 meses de sufrir las horteradas en las calles afeando nuestros monumentos y paseos. Si a estos 3 meses le sumamos el mes de semana santa (si no se alarga el año próximo), el mes de ferias (si es que se celebran) tenemos la friolera de 5 meses con espantajadas en la plaza mayor de Salamanca. Ahí es nada, la mitad del año.

Pero vayamos al asunto: resulta que el problema de la economía es la falta de ventas y esta viene provocada por las gentes que nos empecinamos en ahorrar, como si eso sirviese para algo. Así que, cual perros de Paulov y su campanilla, nosotros saldremos como posesos a blandir nuestras repletas carteras nada más ver estas luces maravillosas que nuestro edil coloca con amor y dedicación. Ya estoy viendo el espectáculo de gentes afanadas corriendo ora cartera en mano ora cargadas de paquetes en las concurridas calles de la ciudad. Tal es así que para prevenir los problemas de salud de los abnegados comerciantes habrá, quizá, que decretar el toque de queda para detener por unas horas las hordas de compradores y dejar solazarse a los vendedores de todas clases. Digno espectáculo mental nos espera, no me lo nieguen.

Paquete gigante de led
Paquete gigante de ledes en la plaza de los bandos

Declaración de principios y alguna sugerencia

El regalito que hay en la plaza mayor de Salamanca
El regalito que hay en la plaza mayor de Salamanca

A veces las cosas hablan por sí mismas. Es el caso de la decoración navideña que pretende «embellecer», suponemos, tal monumento. Como idea podíamos colocarle un gorrito de papanoel al David de Michelangelo, con luces a ser posible. O una guirnaldita fosforescente y animada a la Gioconda, por citar algún caso emblemático. Hasta, si queremos cruzar el charco, disfrazar de rey mago (negro a ser posible) a la famosa estatua de la libertad.

La ventaja que tiene «nuestro» regalito, es que también sirve de pantalla LED en la que se pueden poner variadas decoraciones. Sugiero que algún rato, fuera del horario infantil, se proyecten fotos de cierto tipo. Como se puede uno colocar dentro del regalito, las posibilidades son bastante sugerentes ¿no les parece?

Dejo ya de escribir, que parece que el año nuevo me está calentando los sesos y otras partes menos mencionables.

Comienza el espectáculo, amiguetes

Vean esta magnífica grabación realizada ayer noche en una tequilería salmantina. El sufrido modelo, un amigo, transigió en posar y bailar delante de la cámara para mostrar en toda su magnificencia el funcionamiento de su navideño jersey o pulover como dicen en otras tierras. La prenda en cuestión está dotada de unas lucecitas de colores que se activan con el movimiento dando a la decoración el brillo y esplendor que estas ocurrencias merecen.

Debo agradecer a Berta su amabilidad en la grabación y envío de este vídeo porque, como saben todos los que me conocen, me niego a tener esos espías de bolsillo que se llaman «smartphones».

¡Vivan los chips de silicio, la miniaturización y la tecnología LED que tanto hace por el bienestar diario de la raza que acabará con su existencia en el planeta!

¡Vaya por dios! Otra cosa que se perdió en el ciberespacio, leñe. Y este no se ha perdido por la debacle de hace años, porque la entrada es del año pasado. Sniff. Otra lagrimita.

 

La bolita de la plaza

Mejorar la plaza mayor de Salamanca es algo dífícil. Imposible no, claro, pero su espectacular belleza y armonía son difíciles de superar. No pasa año alguno, sin embargo, en que el cabildo salmantino se plantee la idea de «decorar» la plaza con algún motivo navideño. Los ha habido horríbles, créanme, como un árbol de navidad hecho de vigas de hierro y neones que apareció en los 80. Tengo una foto. Igual la busco y la pongo para muestra de espantajadas.

Este año, para no ser menos que otros y a pesar de la galopante crisis que se ha terminado según nuestro presidente de gobierno, se ha invertido en un nuevo elemento decorativo de LED (es lo que se lleva) y es una enorme bola de 5 o 6 metros de diámetro que simula una bolita de árbol de navida en plan gigante. Es divertida, la verdad, pero deberían haberla puesto en un lugar en el que no impidiese la digamos, normal comtemplación de la plaza mayor, motivo por el que vienen muchos visitantes a la ciudad.

En fin, les dejo una foto de la misma, y si tienen tiempo les recomiendo que busquen algunos retoques simpáticos que hay circulando por internet.

La bolita de la plaza

Luces y crisis

Una de las cosas que me llama la atención este año es que se han cambiado todas las luces (tanto en Valladolid como en Salamanca) por otras nuevas, eso sí, de LED, que consumen menos. Pero también es curioso que se haya hecho justo cuando vienen otras elecciones (municipales, autonómicas y generales en la mayor parte del país). ¿No?

Bueno, pues sea como fuere, da gusto ver que hay algo de moderación en las luminarias, parece.

Que no comen cerdo, joder

Los encomiables esfuerzos de los diseñadores de belenes en rellenar, sin la menor base histórica ni cultural, hacen que aparezcan cerdos por todos lados. ¡Y ya hemos dicho que no los judíos no comer cerdo, coño, que no es kosher!

Figuras LED con animales
Figuras LED con animales

Este nacimiento de Beleña (Salamanca) ya mereció su entrada hace un par de años, y este, además debería tener otra porque los muy chapuzas no han cambiado el año nuevo que una cigüeña porta en un hatillo y que reza 2012.

Los milagros de la navidad

Vean cómo los técnicos y diseñadores del ayuntamiento de Salamanca se lo han montado otro año más para convertir una de las más bellas plazas del mundo en un adefesio muliticolor, probablemente la más fea del país, que ya es decir. Y además con nuestro dinero. Un lujito navideño como otro cualquiera que hace bueno que si a usted no le amarga el fin de año la familia, ni el trabajo, no sufra, que ya lo hace el ayuntamiento. ¡Si Churriguera levantara la cabeza!

Plaza mayor de Salamanca con decoración navideña
Plaza mayor de Salamanca con decoración navideña