La navidad como consumo

Horrenda decoración de una de las más bellas plazas del mundo nos regala nuestro ay-untamiento. Como motivo principal varios lacitos de regalo como demostración evidente de lo que piensa el ayunta-miento de Salamanca, que la navidad es para consumir.

Este año al menos han quitado las cintas que envolvían, bueno, en realidad las han hecho cachitos y las han puesto en la Gran Vía, que hay crisis.

Árbol cónico de LED en la plaza
Árbol cónico de LED en la plaza
Lazo de LED en la plaza
Lazo de LED en la plaza

San Google, ora pro nobis

Existe una interesante herramienta dentro de las tripas de San Google. Se trata de Google Trends (tendencias) y está pensada para echar la vista a la evolución de las búsquedas realizadas por la gente a lo largo del tiempo. Se usó, parece, con bastante acierto  para predecir los resultados de algunas elecciones. También compara términos entre sí, sin más que separarlos por comas. El otro día se me ocurrió hacer la comparación de navidad-dinero, obteniendo el siguiente resultado auto-explicativo.

Búsqueda en Google trends
Búsqueda en Google trends

¿Y qué tal con el sexo? ¿Qué le interesa más a la gente? Vean el resultado.

Búsqueda en Google trends
Búsqueda en Google trends

Bendita crisis

Si alguien se pregunta por la razón del titular de esta noticia debería retrotraerse a años anteriores para poder entenderlo. La Caja de Salamanca, luego de Salamanca y Soria, luego Caja Duero (caga dero, dicen algunos) y próximamente Caja Incógnita decora el palacio que constituye su sede con las más variopintas espantajadas que mente humana pueda concebir. Eso sí, siempre grandes, muy grandes. Y siempre caras, muy caras. Tanto que luego las reutilizan en las sedes que dicha entidad tiene en otras ciudades (Burgos, Valladolid, Zamora…)
El año pasado, por cuestiones de Crisis (nótese la maýuscula) no pusieron nada, qué gusto, de verdad. Y este año como la crisis no aminora pues han puesto lo mismo, nada, cosa que muchos amantes de la arquitectura barroca les agradecemos.

Edificio de Caja Duero sin decoración
Edificio de Caja Duero sin decoración

Esta vez sí han acertado: ¡A la cárcel!

Rompo mis principios, este misterio* sí que me gusta y además pone las cosas en su sitio: TODOS A LA CÁRCEL.

Belén en una jaula
Belén en una jaula

*¿Se llamará misterio porque el padre -cornudo y conocedor- aún aguanta, por la madre virgen, por el niño en bolas o porque en Judea en julio nevó aquel año?

Una de corridas

Ahora que está caliente el tema, no me resisto a mostrar una parte del megalómano belencito hortero-charri-carpeto-vetónico con el que cada navidad los señores de una casa sita en el Paseo de Canalejas de Salamanca nos deleitan. Entre los engendros mecánicos existentes en semejante aberración histórico-festiva se encuentra una pequeña plaza de toros de maestro barrigudo y borrachín con torito rondón ensangrentado, demostración del orgullo que algunos de los habitantes de estas vetustas tierras muestran para con las asechanzas y escarnios de los astados animalitos. Pero como el Hombre es el Rey de la Creación (nótese el uso de mayúsculas) tiene derecho a éstas y otras salvajadas practicadas indistintamente con bichos de inferior condición, sean de una o dos patas, blancos o negros, indígenas o compadres.

Corrida en un belén
Corrida en un belén

Mierda en bote

En un estante del supermercado en el que estaba haciendo la compra me encuentro con este interesante producto (a exorbitante precio, por cierto). La primera impresión fue pensar qué avispado va siendo el personal a la hora de sacarnos las perras. La segunda cosa que me vino a la cabeza es que, si la navidad me da asco ¡qué pensar del caldo de navidad!

Ahora, para rematar sólo me falta encontrar, como dice una amiga, el «cagaorebozao».

Caldo de navidad

 Por supuesto no he probado el producto y no puedo hablar de su calidad ni mucho menos de su sabor. Digo esto porque igual alguien piensa que me paga la competencia o me viene el fabricante a pedir responsabilidades y nada más lejos de mi intención que vulnerar sus ventas.

 A fe mía que meditando sobre este asunto me acordé de la famosa obra de Piero Manzoni «Merda d´artista» que en 1961 embotó (dicen) algunos de sus subproductos más fétidos en latas y las vendió al mejor postor. Algunas de ellas sí han adquirido un precio exorbitante no por la calidad del producto (nadie las ha abierto, que se sepa) sino por lo excéntrico de la manifestación ¿artística? He aquí una foto obtenida de la web con semejante engendro:

Merda d´artista

Falda de copas

Brillante y elegante idea, ha debido pensar el orgulloso escaparatista de la calle del Arco de Salamanca. Brillante es, puesto que el plasticazo asqueroso de las copas de cava refulge con pasión. Elegante cual niño-dios con cara de tortuga ninja, ya puestos a usar simbología de la sub-cultura que domina con bota de hierro en la cara este apestoso planeta-basura.
Pueden ustedes gozar hasta la diarrea del escaparatito que, igual, gana el concurso.

Vestido de fiesta hecho de copas de plástico
Vestido de fiesta hecho de copas de plástico

Una oca, señores, una oca

Mi capacidad de sorpresa, que yo creía agotada, se ha visto excitada de nuevo ante el escaparate que se puede ver en la foto, de una tienda de electricidad en la calle Álvaro Gil de Salamanca, decorada con dos motivos MUY MUY MUY navideños: un gordo barbudo vestido de rojo y una oca.

Papa Noel de LED
Papa Noel de LED

Sí, una oca de esas a las que atiborrmos de comida hasta hacerlas cirróticas y luego papearnos su hígado reventado de animalito sufriente para celebrar el solsticio de invierno. Lamentable que además de la tortura se incluya el recochineo sobre el sufrido ánade.Bueno, igual no es oca sino ganso…

Feliz falsedad

Somos muchos los que pensamos que la navidad es falsedad, hipocresía y cinismo llevado a extremos de abyección. Algunos simplemente esperan que pasen estas-fechas-tan-señaladas, otros despotricamos en la red como entretenimiento y catarsis y algunos salen a la calle con sus vaporizadores de pintura a que la ciudad sepa lo que opinan. Es, quizá, el caso más elevado de odio a la navidad, el más motivado.

Pintada Feliz Falsedad
Pintada Feliz Falsedad

¡Gracias, amigo desconocido, por tu valiente testimonio!

La puta navidad ataca de nuevo

En la calle Bientocadas, no deja de tener su gracia la cosa, encontramos este bonito escaparate en el que se confunde lo bello con lo chabacano y se aliña con los lugares comunes más habituales, brillitos, espumillones, champán, ligas y otras exquisiteces mentales de la bazofia findeaño que tragamos cada treintayuno de diciembre.

A juzgar por las estadísticas, queridos comerciantes, no hace falta más que un poco de alcohol para disparar la natalidad en setiembre, de modo que pueden ahorrarse la vulgar maniquí vestida como las putas del barrio rojo de Amsterdam.

Maniquí ataviado en plan sexy
Maniquí ataviado en plan sexy

Y yo que pensaba que todo quedaba en lo anterior, a los pocos días me han desnudado a la modelo, dejándola de la siguiente guisa, más ligerita de ropa a medida que se va acercando el fatídico día del petardo, el pedo y el polvo.

Maniquí ataviado en plan sexy
Maniquí ataviado en plan sexy