Los restos de la gran patraña

La patraña por antonomasia, el engaño que los adultos practicamos anualmente sobre los niños, los Reyes Magos que no son ni reyes ni  mágicos, dejaa como secuela una importante cantidad de basura en la ciudad. Este aspectoo presentan muchas de las calles una semana después de la gran fiesta del consumo. Papeles tirados por todas partes afeando la estética ciudadana y recordándonos «que bello es consumir». Pongo esto entre comillas para hacer un poco de cachondeo sobre una bazofia infumable, un pestiño gigante de moralina barata y manida que cada puta navidad tenemos que aguantar: «Qué bello es vivir«, una peli que es una inyección de morfina cristiana adornada con la gazmoñería patética de los yanquis. Una gran aportación sin duda a las razones para odiar la navidad. Igual el año que viene me decido y hago una entrada entera comentándola. 

Restos de la fiesta de reyes
Restos de la fiesta de reyes

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