Hoy no se cree

Oggi non si fa credenza - Hoy no se cree - Amalfi (Italia)
Oggi non si fa credenza – Hoy no se cree – Amalfi (Italia)

La foto superior no está hecha en navidad, sino en pleno mes de octubre, en Amalfi, bello pueblo italiano por desgracia masificado por el turismo.

Si el turista ocasional continúa por la calle principal durante unos 500 o 600 metros, encontrará la entrada a la via capuano, donde -si la memoria no me falla- está hecha la fotografía. El desastroso belén que mezcla tradición cristiana con elementos puramente paganos, se encuentra en el agujero de una pared, literalmente. Tiene hasta lucecitas, quizá las enciendan en estas fechas, pero conociendo a los chapuzas de los italianos, lo dudo mucho.

En el dintel superior del agujero hay una inscripción más que curiosa: Oggi non si fa credenza, hoy no se cree. Vaya ud. a saber la intención del «artista» al construir el belencito y colocar la tal inscripción.

Más horteradas

Y luego nos quejaremos de los chinos, como la entrada del otro día. Esta no sel oliental, señoles, esta sel española, estal en una liblelia celca plaza San Miguel de Valladolol.

Belén de cerámica
Belén de cerámica

Que no, joooooder

Señores, que los judíos y los musulmanes no comen cerdo, coño. De modo que mal puede haber un tío vendiendo cerdo en un belén. Pues no les entra en la cabeza.

Figura belén carnicero con cabeza de cerdo
Figura belén carnicero con cabeza de cerdo

Este de la foto, concretamente, está hecho en terracota y expuesto en un local de Valladolid (Expaña)

Y otra DeCabada

Por no menospreciar al meón que veíamos ayer presentamos, perfectamente integrado en la realidad histórica del belén: el carro que está a la venta con pocos Km. Un lujo de imaginación, sin duda.

Carrito de belén
Carrito de belén

Esta vez sí han acertado: ¡A la cárcel!

Rompo mis principios, este misterio* sí que me gusta y además pone las cosas en su sitio: TODOS A LA CÁRCEL.

Belén en una jaula
Belén en una jaula

*¿Se llamará misterio porque el padre -cornudo y conocedor- aún aguanta, por la madre virgen, por el niño en bolas o porque en Judea en julio nevó aquel año?

Una de corridas

Ahora que está caliente el tema, no me resisto a mostrar una parte del megalómano belencito hortero-charri-carpeto-vetónico con el que cada navidad los señores de una casa sita en el Paseo de Canalejas de Salamanca nos deleitan. Entre los engendros mecánicos existentes en semejante aberración histórico-festiva se encuentra una pequeña plaza de toros de maestro barrigudo y borrachín con torito rondón ensangrentado, demostración del orgullo que algunos de los habitantes de estas vetustas tierras muestran para con las asechanzas y escarnios de los astados animalitos. Pero como el Hombre es el Rey de la Creación (nótese el uso de mayúsculas) tiene derecho a éstas y otras salvajadas practicadas indistintamente con bichos de inferior condición, sean de una o dos patas, blancos o negros, indígenas o compadres.

Corrida en un belén
Corrida en un belén

Un misterio de güevos

Ja ja ja. En una óptica de la calle del Arco, en la infame Salamanca-comercial encuentro esta lindeza: un belén con muchos (pero muchos) güevos, incluidos los de los autores que no han reparado en detalles, como el niño-güevo-de-codorniz o los soldados romanos, ovejitas, pastores e incluso un invasor catalán (el cagón o cagador). En su afán por representar con fidelidad las figuras de un poblado de la Judea de hace 2000 años no han dejado de representar los cerditos, incluso.

Belén de huevitos
Belén de huevitos


Pero, coño, que los judíos no comen cerdooooo

Huevos decorados como cerditos
Huevos decorados como cerditos

Megalomaniáticos

Como buen país de machos a todos nos gusta tenerla más grande. La expectación, digo. Y estos señores salmantinos cuyo escaparate se puede contemplar no dudan en gastarse una pasta infame en llenar el escaparate (más grande que mi casa, dicho sea de paso) de una bella estampa con su agüita y todo. Monísimo de la muerte de cabo a rabo. Que ¿dónde está el escaparate? El nombre del bicho ya te lo ha dicho.

Belén enorme
Belén enorme