Este es el aspecto que ofrecía hoy una calle al azar de Salamanca tras la gran farsa de engaño a los tiernos infantes y la orgía consumista que se engancha con la de las rebajas, de los enamorados, semana santa, día de la madre…
No aprenderemos.
Recurso de pataletas y lamentaciones de un sufridor de la navidad
Este es el aspecto que ofrecía hoy una calle al azar de Salamanca tras la gran farsa de engaño a los tiernos infantes y la orgía consumista que se engancha con la de las rebajas, de los enamorados, semana santa, día de la madre…
No aprenderemos.
Queridas criaturas: los adultos somos tan imaginativos en la farsa entre nosotros que queremos que tal característica se vaya desarrollando en vosotros también. Por eso nos inventamos todas las tretas del mundo para mantener las farsas de Papá Noêl – Reyes magos de cualquier modo a nuestro alcance. Así también podéis comprobar -o intentarlo- que todo el montaje es cierto como el cielo o el infierno. La tecnología puesta a nuestro alcance la usamos para todo esto y más. Por ello hemos puesto a vuestra disposición el seguimiento en internet del viaje de viejo barbudo imaginario y sus renos.
Véase que el nombre del vuelo es una variante de RED NOSE (nariz roja) como la del reno que guía el carro imaginario.
Nota para adultos: dios no existe, son los padres.
Otra nota para adultos: si esto hacemos con los niños, qué no harán los políticos con todos.
Hoy es la noche de la gran farsa. Bueno, en realidad la tercera noche de farsa de estas fiestas.
1ª Según todos los indicios Jesús, si existió, no nació en diciembre.
2ª No hay ningún tipo gordo vestido de verde ni de rojo que traiga chismes a los niños.
3ª Tampoco tres reyes (en España de momento solo hay dos) que llenen las casas de trastos inútiles.
Ligar las segunda y tercera de las farsas citadas, me hace pensar en una frase que decía un hermano que tuve (hoy abducido por Ernesto Laguna Verdana u otro heterónimo): «Dios no existe, son los padres».
Dicho esto, abnegados/as lectores/as y engañadores de niños/as, se comienza a ver la luz del nuevo año tras el túnel navideño. Ánimo, ya queda poco para volver a la dura irrealidad (Roto dixit).
Y no quería dejar pasar estediatanseñalado sin hacerme la reflexión que cada año por estas fechas me asalta la cabeza: ¿Qué nos han hecho los niños para que los engañemos de semejante modo? Quizá me quieran responder aquello de que les hace tanta ilusión, de que me acuerdo de mi infancia, etc.
Pero la realidad es la que hay: les engañamos. ¿No podría ser que nuestros políticos nos engañen por nuestro bien, para que seamos felices y porque recuerdan cuando eran inocentes? O dicho de otro modo, nos tratan como niños, nos organizan fastos sin límite y lo hacen hasta que ya no tragamos con el asunto porque es absolutamente imposible.
En fin, que todo se podría resumir (yendo un poco más allá en la reflexión) en una pintada que ya algún año anterior puse para ilustrar el comentario de esta noche: Dios no existe, son los padres. Y añado, por si alguien no se ha enterado: La democracia no existe, son los padres. O también y con esto les juro que termino por este año: La crisis no existe, son los padres.
Señores y señoras, que los magos les traigan tragaderas amplias, porque van a necesitarlas para comulgar con las ruedas de molino que este año (bi-electoral) les van a meter por la boca los sinvergüenzas que nos des-gobiernan.
Buenas noches y hasta el año que viene.
La patraña por antonomasia, el engaño que los adultos practicamos anualmente sobre los niños, los Reyes Magos que no son ni reyes ni mágicos, dejaa como secuela una importante cantidad de basura en la ciudad. Este aspectoo presentan muchas de las calles una semana después de la gran fiesta del consumo. Papeles tirados por todas partes afeando la estética ciudadana y recordándonos «que bello es consumir». Pongo esto entre comillas para hacer un poco de cachondeo sobre una bazofia infumable, un pestiño gigante de moralina barata y manida que cada puta navidad tenemos que aguantar: «Qué bello es vivir«, una peli que es una inyección de morfina cristiana adornada con la gazmoñería patética de los yanquis. Una gran aportación sin duda a las razones para odiar la navidad. Igual el año que viene me decido y hago una entrada entera comentándola.
Estamos a punto de que termine esta tortura. Tras hoy, que es el día de la gran superchería, el gran engaño, la estafa a la infancia, todo empezará de nuevo, retirarán los horribles escaparates, la espantosas luces y decoraciones, y la sociedad dormida seguirá durmiendo otro añito. Sin embargo esta noche no dejo de pensar en las dos frases, una que hemos sufrido todos y otras que, quizá, sufriremos todos también.
Nótese el uso de las mayúsculas, no es gratuito. Si son ustedes, queridos lectores, padres de familia, deberían avergonzarse de engañar con semejante desparpajo a tiernos infantes a su cargo. Si son ustedes comerciantes, deberían avergonzarse de aprovecharse de la burla anterior. Si son simplemente cómplices, deberían avergonzarse, como yo, de todo este engaño de ingentes proporciones. Pensemos que una sociedad más justa, más solidaria, más madura, más adulta y más concienciada no puede empezar con farsas planetarias a los más desvalidos de sus miembros, a los más crédulos, a los más inocentes. Seamos serios, cambiemos esto, no vamos por buen camino, el amor no se puede demostrar engañando y poseyendo objetos.
Vaya panda de aves de rapiña, que manera de aprovecharse de los críos. Joder, vaya mundo, si esto hacemos con los nenes para que se traguen nuestras mentiras por su bien ¡que no harán los gobernantes para que nos traguemos las suyas por nuestro bien!
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Actualización: como suele pasar los enlaces han perdido su validez, así que a fastidiarse. Otro año los descargaré y los pondré en esta web, así no habrá problemas en el futuro.