Va de exageraciones

Vean los dos ejemplos de exageraciones decorativas que he capturado hoy en Federico Anaya, uno enfrente del otro, quién sabe si por competir.

Este que ven debajo es el más colorido y llamativo entre otras cosas por la variedad de chismes luminosos que me recuerdan a las atracciones de feria.

Pero este otro tiene más mérito, porque la distancia entre las ventanas de la parte derecha no será menor de 5 o 6 metros. Además, aunque no se vea en la foto, también gira en las dos esquinas (izquierda y derecha), así que la guirnaldita en cuestión debe medir entre 15 y 20 metros. No está mal para el concurso de exageraciones.

Una cuestión digna de estudio es la razón de que muchas (casi todas) sean de temática que los cristianos llaman «pagana» y que -en mi experiencia al menos- son colocadas con creencias religiosas judeo-cristianas más que manifiestas.

Efecto cadena

A los economistas se les llenan boca y ecuaciones con la teoría de que el mercado está regulado por la oferta y la demanda. Sin meternos en charcos técnicos -de los que somos legos- aceptemos esa teoría que viene a decir que cuando la demanda es grande los precios del producto o servicio aumentan. Lo sufrimos y comprobamos, por ejemplo, con el precio del besugo, de los patés o de los vinos. Y en algo en lo que no reparamos pero que también es muy propio de estas fechas: la electricidad.

Resulta que todas las ciudades y pueblos de este país (y hogares, claro) adornan sus calles con millones de lucecitas que, por poco que consuman, lo hacen. Se alimentan las dichas luces de electricidad y con esa demanda adicional de muchos cientos de horas en muchos miles de lugares hacen subir el precio de la electricidad. Así que ya lo saben, antes de seguir quejándose de que si el gobierno arriba o abajo, que si el oligopolio eléctrico abajo o arriba, etc, quéjense también de toda esa parafernalia luminosa cuyo objeto hoy no es más que «animar al consumo» como antaño lo fue «animar al sol».

¡Como no será la cosa que hasta los yanquis -pueblo derrochón por antonomasia- hacen alusión a nuestros despilfarros navideños gallegos y sus 11.000.000 de LED! No el la única ciudad, no, hay muchas otras. Lean, lean.

Famosidades

Vean queridos asistentes a este blog provinciano, cómo hacerse famoso (y quizá hasta rico) con una chorrada. Bienvenidos al mundo de la famosidad y de la chorrez suprema, hoy aderezada con una pizca de lo que los yanquis (y por ende medio puto planeta) «espíritu navideño»*

Coloca mal las luces navideñas y deja a Papá Noel haciendo un gesto obsceno

* El «espíritu navideño» hace ya varias décadas que consiste en lucecitas, compras y buenas intenciones para hoy y lo de siempre para mañana.

De postre: cabezonería

«A ver si se habla de mi libro, porque yo aquí he venido a hablar de mi libro y no se ha hablado» dijo Paco Umbral en una famosa entrevista que ha pasado a la historia porque el ínclito sacó a relucir la mala leche que tenía además de poner en evidencia a Mercedes Milá que era la presentadora de aquel programa de Antena 3.

Pues el alcalde de Madrid también ha venido aquí (o ha ido allí) a hablar de su libro y para eso hace lo que haga falta. Incluso usar las luces navideñas para publicitar su ideario que, en este caso, nada tiene que ver con la navidad.

La lectura de esta noticia tiene dos partes. La primera en la que se vuelve a incidir en el mismo razonamiento falaz que en nuestra entrada anterior (no en vano ambas vienen de alcaldes de similar ideología) pensando que poner las lucecitas va a sacar los dineros de los bolsillos del maltrecho ciudadano. La segunda es aquella emulación del fallecido Umbral, colocando una bandera enorme en el centro de una de las vías más emblemáticas de la capital. Penosas ambas cosas pero de la segunda me alegro: habrá más gente que este año odie la navidad. Bien por el alcalde que aumenta las filas de interesados en estas páginas.

El caso es meter las tres

Esta foto ilustra lo poco imaginativos que podemos llegar a ser los humanos. O lo inadecuado de cumplir las tareas a rajatabla (o hacerlas cumplir). Las luces navideñas que alumbran la calle Mayor de Reinoso de Béjar, en el tramo medio, junto al caño Mamarón, se componen de dos girnaldas laterales y una estrella central independientes entre si. Tienen unas medidas que en los estrechamientos de la calle hacen imposible colocar las tres sin recurrir a alguna estratagema, verbigracia, el apelotonamiento de las mismas de modo informe e inmisericorde. Impresionante, con lo fácil que sería quitar la estrella.

Peligros de la navidad

Pues uno de los peligros de la navidad es morir de un golpe al caer de un tejado, como el operario que andaba el otro día ajustando la estrellita que decora los altos del hotel San Polo de Salamanca. O en cualquier otro lugar donde las lucecitas cuelgan en los altos.

Operario colocando estrella de navidad

Anti-alquimia muñequil

La transformación del oro en plomo, la conversión de una de las más bellas plazas del mundo en una horrendez digna de aparecer en este y otros blog. Vean como el consistorio dirigido por Mañueco ha transformado en un horrendo espacio a la espectacular plaza mayor de Salamanca. La fotografía no puede expresar todo el espanto que produce la contemplación del espacio tras la intervención navideña. Otro motivo de oprobio más para odiar la navidad y sus efectos secundarios: el gasto imbécil y la horterada. Espero lectores que no tengáis que pasar por el horror decorativos estos días. Volved, eso sí, a este lugar de belleza simpar transcurridas estas-fechas-tan-señaladas.

Belén LED en la plaza mayor de Salamanca
Belén LED en la plaza mayor de Salamanca

P.D. Igual, pensando un poco más, las feísimas luces verdes y rojas son un guiño a los portugueses que gustan de acudir a la plaza para celebrar el año nuevo (españoles no van apenas). En este caso el espanto se ve compensado por el buen gesto de consideración a los hermanos portugueses a los que tan injustamente hemos dado la espalda durante siglos.

En la calle mayor

Bueno, casi. Se trata del intento de la peluquera del barrio, Flori, por que las navidades de este año sean un poco más luminosas. Agradecemos el intento, pero los políticos y otras malas yerbas nos harán la vida imposible estas fechas y las siguientes. En todo caso, hortera, como corresponde a-estas-fechas-tan-señaladas.

Escaparate de la peluquería Flori
Escaparate de la peluquería Flori

¿Serán imaginaciones mías?

Me debo estar volviendo paranoico porque veo luces donde no las hay, y quizá fantasmas también. Uno que yo me sé empezó así, a ver cosas como una cabra en el medio de la ciudad que luego resultó ser una vespino y, claro, es que necesitaba gafas. Ayuda, por favor. ¿Alguno de los lectores ve las reminiscencias entre las luces y el logotipo de las «fascies» («haces» en castellano)? Eso espero, en otro caso tendré que ponerme las gafas de la miopía mental a la mayor brevedad posible.La foto, para el que tenga interés, está tomada en la avenida de Italia de Salamanca y el dibujo de un conocido portal de subastas.Vaya: lucecitas, fascies, avenida de Italia, alcalde Lanzarote… Me traicionan las neuronas y empiezo a ver relaciones…En fin, a dormir, que ya va siendo hora.

Parecidos razonables: luces y símbolo fascista
Parecidos razonables: luces y símbolo fascista

Lo juro, ya han empezado

Tengo la obligación, hoy 17 de septiembre, de inaugurar la nueva temporada de odios navideños. Juro por jelouquiti que hoy he visto en el Carrefour de Parquesol (Valladolid) unos putos arbolitos de navidad luminosos, si bien no estaban aún encendidos. Me pilló sin cámara para ilustrarlo, pero prometo pasar con el aparato en ristre (la cámara, se entiende) y captar la instantánea que documente la proximidad de la aberración.

Actualización:

 El malvado Margarito me hizo la foto, que aquí podéis disfrutar.

Primer adorno 2010
Primer adorno 2010