¡Más madera!

Si el otro día hablábamos de las megalomanías lo hacíamos con conocimiento de causa. Resulta que cierto vecino del Paseo de Canalejas 156 el año pasado puso un papanoel motero sobre una moto tamaño natural (una Harley, se diría por la foto) en el balcón de su casa, un segundo piso.

Pregunta: ¿cómo, coño, ha subido el tipo la moto hasta el segundo? Misterio.

Papa noel motorista
Papa noel motorista

Misterio, por cierto, el que ha colocado este año en el balcón principal, relegando al motero al del chaflán. También de tamaño natural las figuritas, con su casita, sus lucecitas (las del misterio, que del dueño lo dudo) y toda la parafernalia incluida luz parpadeante para llamar la atención. La verdad que yo no sé ustedes, pero me pregunto con qué nos sorprenderá el año que viene.

Belén en un balcón
Belén en un balcón

Los moteros también lloran

¡Qué bello es vivir! Hasta el oscuro, siniestro y marginal mundo del motero hace una genuflexión a estasfechastanseñaladas y llena su pequeño universo de bonitas espantajadas. Al fin y al cabo, hasta estas gentes se hacen regalos (luego tan marginales no serán). Obsérvese el barrigudo-barbudo personaje que, a horcajadas del insecto zumbante, tránsido de orgullo luce sus magníficos atuendos de caballero-motero-actual. Ah, Sancho, amigo, vivir para ver.

Papa noel motero
Papa noel motero
Papa noel motero
Papa noel motero