Si el otro día hablábamos de las megalomanías lo hacíamos con conocimiento de causa. Resulta que cierto vecino del Paseo de Canalejas 156 el año pasado puso un papanoel motero sobre una moto tamaño natural (una Harley, se diría por la foto) en el balcón de su casa, un segundo piso.
Pregunta: ¿cómo, coño, ha subido el tipo la moto hasta el segundo? Misterio.
Misterio, por cierto, el que ha colocado este año en el balcón principal, relegando al motero al del chaflán. También de tamaño natural las figuritas, con su casita, sus lucecitas (las del misterio, que del dueño lo dudo) y toda la parafernalia incluida luz parpadeante para llamar la atención. La verdad que yo no sé ustedes, pero me pregunto con qué nos sorprenderá el año que viene.