Más papistas que el papa

Pues nada, que los fabricantes (o fabricantas) de luminarias navideñas se han apuntado a la modernidad solo a medias: sí que se hacen de LED cosa moderna donde las haya, pero no se leen los escritos de los papas (sin acento). Concretamente el emérito Benedicto XVI hace ya años que afirmó que en el portal de Belén ni buey ni mula. La friolera de 9 años en los que el acervo popular ha ignorado la opinión de tan excelso personaje, ninguneándole cual a predicador en desierto. Ilustra este comentario la luminaria instalada en la calle Zamora de Salamanca, nueva de este año, por lo que queda corroborado lo de «pasar» de lo que no interesa. Como los periódicos mismamente.

Tiene bemoles la cosa

Hay alguien que todos los años se tortura a sí misma -sobre todo- con los conciertos navideños. Es una muestra de su buen corazón, indudablemente, el ahínco, la energía y el tiempo que dedica a estas activiades. Ayer, sin ir más lejos, hizo tres actuaciones entre Palencia y Valladolid, todas de forma altruista. Hoy ha hecho una que lleva una década de recorrido en el portal de su casa. La vecindad se vuelca con el evento, no es para menos, en pocos portales se pueden ver estas cosas. Ha tocado este año copla, en versión flauta y piano con acompañamiento de palmas, cantares -ejem- y tarareos variados con buena intención y poca -o ninguna afinación- que daban ambiente a la cosa. Se ve buen rollo entre los vecinos, quizá por ese consabido espíritu navideño, habrá que ver cómo se llevan los 364 días restantes.

En fin, quede como muestra de que hay gente a la que le gusta la navidad y hace además porque todos disfruten de ella. Cómo será la cosa que hasta yo acudo a la llamada, huyendo cobardemente -eso sí- cuando empieza al retahila de letanías ñoñas a las que llaman villancicos. Conste que eso me hace perder el ágape posterior que vaticina y anuncia los que la semana próxima tendré por insoslayables.