¡Ay, qué cartel! Declaraciones de principios, mensajes vacuos, ilusiones vacías, contenidos mediocres, diseños obsoletos, deseos imposibles, informaciones erróneas, tradiciones incontestables, sociedades imposibles, inmovilidad asfixiante, el oxímoron invernal. ¡PUTA NAVIDAD! Y lo peor de todo es que será así, también, el año que viene y el siguiente y así «ad infinitum».