Vean este estoposo ejemplo de una decoración de bajo coste capturada en un escaparate de Béjar. Está hecha con una bolitas de corcho blanco, un trozo de cartón y cuerda de esparto (de ahí lo de estoposa decoración), etc. El resultado no es de lo más elegante, pero al menos tiene la gracia del bajo coste de los materiales y la dedicación manual que, además, no resulta una horterada de 1ª categoría.
Además siempre puede reutilizarse la cuerda caso de que uno no sea capaz de aguantar la paliza navideña que nos rodea.