Digo yo que en qué andarán pensando los profesionales que hacen estas iluminaciones o las gentes que las compran, porque unas pelotas tipo playero mucho que ver con la navidad no tiene. Salvo que en una noche como la de hoy haya siempre siempre siempre familiares que se dedican a tocar las pelotas, con la consabida terminación en broncas y discusiones que hacen verdaderamente inolvidables las fiestas.
Adjunto la imagen tomada en Béjar de una de dichas «iluminaciones» (en ambos sentidos de la palabra).