En relación a la noticia que publicábamos ayer, he
encontrado esta joya que hará sin duda las delicias de los que, bajo el
yugo de la hipoteca, gozan en estas fiestas de una liquidez digna de
constructor en época de bonanza. Pero coño ¿es que esta gente no tiene
sensibilidad, que encima de arruinarnos la vida nos lo tienen que
recordar?
Hipotecas sin intereses. Esta foto sí que es buena, de verdad. Y además nos duele a todos (o casi todos) y más este año. La fotografía fue tomada el año pasado en Salamanca, cerca del apeadero de La Alamedilla, al inicio del Paseo Campoamor y publicada por el blog ESTUPIDEZ.ES que «El malvado Margarito» regenta.*
Peeeeeero he decidido ponerla por su rabiante actualidad, en honor a la cara de BOBOS que se nos ha quedado a todos viendo cómo los gobiernos del mundo (TODOS) han regalado (inyectado) nuestro dinero (dinero público) para darle a los ricos (bancos) lo que nos habían quitado de más (hipotecas) en lugar de dedicarlo a los países emergentes (hambrientos) para evitar el desplome (revueltas) que acabaremos viendo a no mucho tardar. No hace falta decir que los eufemismos que usa FALSIMEDIA están en itálica y la cruda realidad está entre paréntesis. Gracias a que unos militares yanquis hace 40 años idearon este sistema a prueba de bombas llamado internet podemos HOY expresar nuestra opinión y repulsa. Bueno, HOY (año 2008) está en mayúsculas porque ya veremos cuánto tiempo tardan estos señores en ponerle puertas al campo, que intentarlo ya lo hacen.
* Hasta que «El Malvado Margarito» le haga el boca a boca a estupidez.es no podremos gozar de nuevo de sus cosas. De momento está ahí esperando, espermos que no por mucho tiempo.
En la plaza mayor de Valladolor
Valladolid el ay-untamiento ha colocado una serie de espantajos de
adultos y diversiones para niños. Entre ellos están estos animales
músicos que se mueven sin orden ni concierto repitiendo una y otra vez
los mismos movimientos. Según escribo se me asemejan a políticos, no sé
porque. El caso es que la música no es interpretada por ellos; el bello
arte de la automática de Juanelo Turriano pasó al olvido. La música es
algún engendro cuya grabación (previo pago del canon a la infame SGAE)
atormenta a los paseantes. Los decoradores no se han molestado en
ocultar el altavoz, total, igual le cobran derechos publicitarios al
fabricante. No me llamen malpensado, que el ayunta-miento de Valladolid
permite poner publicidades en sitios inusitados.
Pero si de verdad quieren gozar como en el potro, deben visitar la portentosa obra de ingeniería hortera y chabacana de la fachada
portada del ayunta-miento, con sus personajes en las ventanas, sus
cascadas de luces y sus banderitas rojigualdas en varios lugares. Un
auténtico dechado de mal gusto, un gasto inútil y además sectario y
tendencioso. La perla del Pisuerga, señores, a su disposición en la,
pido perdón por ello, mala foto que sigue. TAAAACHHHHHAAAAAAAAAN.
Si el otro día hablábamos de las megalomanías lo hacíamos con conocimiento de causa. Resulta que cierto vecino del Paseo de Canalejas 156 el año pasado puso un papanoel motero sobre una moto tamaño natural (una Harley, se diría por la foto) en el balcón de su casa, un segundo piso.
Pregunta: ¿cómo, coño, ha subido el tipo la moto hasta el segundo? Misterio.
Papa noel motorista
Misterio, por cierto, el que ha colocado este año en el balcón principal, relegando al motero al del chaflán. También de tamaño natural las figuritas, con su casita, sus lucecitas (las del misterio, que del dueño lo dudo) y toda la parafernalia incluida luz parpadeante para llamar la atención. La verdad que yo no sé ustedes, pero me pregunto con qué nos sorprenderá el año que viene.
La fotografía adjunta parece decir esto. En realidad
no está muy claro porque quizá algo sorprendió al grafitero/a en plena
tarea. Ya se sabe que los nervios traicionan en el peor momento. Queda
patente, sin duda alguna, la intención de desmontar la gran patraña
urdida alrededor del gordo barbudo de origen europeo que emigró a las
américas y vino más gordo, más barbudo, más rojo y manejando más pasta. Como
ya ha quedado dicho en el manifiesto, no insistiremos en lo mucho que
nos duele que una sociedad entera (todo el planeta, joder) se entretenga
en engañar a los críos con el pretexto de que ellos eran muy felices en
su infancia, que si les hacía ilusión, etc. Mientras los perros sigan
ladrando los humanos nos seguiremos mordiendo, y mientras se monten
estrafalarios engaños a los niños no cambiará la sociedad.
En el caso de este país (Expaña) es aún más grave puesto que se supedita el utilitarismo a la tradición y se les dan las chuches de plástico a los nenes el 24 «porque así tienen tiempo de jugar, los pobres». Bueno, luego también son regalados unos días más tarde, «para mantener la tradición» (coño, esto lo podían aducir el 23, pero no). Tras esta pataleta dejo a aquellas personas sensibles la reflexión sobre el asunto y el compromiso de que dejemos de aprovecharnos de la inocencia de las criaturas para nuestros fines mercantilistas y chantajistas. El siguiente enlace habla de la «tradición» del tipejo de los paquetes que te hacen volar, digoooooo, que vuela y trae regalos.
Actualización: se perdió el enlace. Cosas de la red.
¡Qué bello es vivir! Hasta el oscuro, siniestro y marginal mundo del motero hace una genuflexión a estasfechastanseñaladas y llena su pequeño universo de bonitas espantajadas. Al fin y al cabo, hasta estas gentes se hacen regalos (luego tan marginales no serán). Obsérvese el barrigudo-barbudo personaje que, a horcajadas del insecto zumbante, tránsido de orgullo luce sus magníficos atuendos de caballero-motero-actual. Ah, Sancho, amigo, vivir para ver.
Como buen país de machos a todos nos gusta tenerla más grande. La expectación, digo. Y estos señores salmantinos cuyo escaparate se puede contemplar no dudan en gastarse una pasta infame en llenar el escaparate (más grande que mi casa, dicho sea de paso) de una bella estampa con su agüita y todo. Monísimo de la muerte de cabo a rabo. Que ¿dónde está el escaparate? El nombre del bicho ya te lo ha dicho.
El ayuntamiento de Valladolid en connivencia con unas asociaciones no sólo tienen el mal gusto de llenar las calles de lucecitas espantosas (con el gasto que supone y lo feo e inútil del acto) sino que además se regodean en ello con otra vuelta de tuerca: la publicación de carteles a todo color anunciadores del evento. Otro gasto estúpido, inútil y de consecuencias ecológicas nefastas. Vamos, una carambola. En su descargo decir que el cartel, al menos, no es feo como las putas luces.
No nos referimos a que la ingesta de langostinos pueda provocar el fallecimiento por estar éstos en mal estado (gamba-chunga-mama-tumba) ni que el más usual de los condimentos (la mahonesa) pueda hacer peligrar nuestra salud. No. Estamos en un mundo de globalización y el efecto mariposa hace que un langostino comido en Béjar (por ejemplo) haga temblar la población humana de Indonesia. Si no me creen, que ya estoy viendo las caras de incredulidad, no tienen más que leer el artículo sobre langostino y manglares.
También pueden hacer una simple búsqueda en Sanguguel para comprobar que es algo más que rumorología.
En esta ocasión no recurro a las fotos no sea que me acuse alguna empresa de querer chafarle el negocio.
Hasta el sábado estuve esperando que los señores/as de la tele me llamasen o escribiesen para quedar y grabar la entrevista que necesitaban. Nada. Menos mal que en la mañana del sábado, entre fríos y lluvias, nos largamos con viento fresco a La Fregeneda a la encomiable tarea de etiquetar botellas de vino, tarea que realizamos unas 1200 veces para olvidarnos del espejismo televisivo, cosa que conseguimos los cuatro asistentes a la «etiquetada» gracias a la paliza que nos pegamos.