Horror en acción

Muñeco nieve de LED
Muñeco nieve de LED

Este espantoso muñeco de nieve (sin nieve, claro, es un sucedáneo) mueve la manita para saludar con el sombrero. ¡Menudas bellezas nos regala la cercanía de la navidad

En el país de los toros

Ñores, ñoras*: dos horteradas en una: el puto torosbornil con la puta navidad yanqui-descafeinada.

Toro de Osborne navideño
Toro de Osborne navideño

* Típica y genial entrada de Tip y Coll en sus mejores tiempos. La salida era también genial: La semana que viene hablaremos del gobierno.

Horteradas a cascoporro

Vean el trabajo ímprobo que el comerciante de la calle Zamora de Salamanca se ha tomado para «adornar» su escaparate. Lo peor es que le parecerá bonita esta espantajda machista, etnocéntrica y oportunista. Habrá crisis monetaria, señores lectores, pero lo que es de ideas chorras…

Escaparate hortera
Escaparate hortera

El regalo de este año

Si no encuentra usted el regalo del siglo es porque no quiere. La gilipollez futbolera llega a tal punto en este puto país que los diseñadores de objetos de todas las categorías caen en el agujero negro de la horterada al menos una vez. Vean esta cama de mascotas con el logo de un conocido equitpo de fútbol. Pobres bichos, la que tienen encima. Claro, por eso en ciertas religiones se considera que reencarnarse en un perro es un descenso en la escala del karma.

Regalo para mascotas
Regalo para mascotas

En la calle mayor

Bueno, casi. Se trata del intento de la peluquera del barrio, Flori, por que las navidades de este año sean un poco más luminosas. Agradecemos el intento, pero los políticos y otras malas yerbas nos harán la vida imposible estas fechas y las siguientes. En todo caso, hortera, como corresponde a-estas-fechas-tan-señaladas.

Escaparate de la peluquería Flori
Escaparate de la peluquería Flori

Escualideces

Viva la bobería, la moda estúpida, el dispendio absurdo, la imbecilidad extrema, la horterada provinciana, la ridiculez estética, el mal gusto y, sobre todo, la ejecución de jóvenes cuerpos en pos de unas tendencias tan crueles como espantosas. Vean la foto tomada en la calle Mantería de Valladolid, donde se hace gala de todo lo anteriormente dicho adornado además con algo que en estas páginas tanto admiramos: la puta decoración navideña.

Escaparate con maniquíes escuálidas
Escaparate con maniquíes escuálidas

Más sincretismos

Otra entrada de la serie de mejunjes mentales que se preparan en las cabezas de los mortales. Vean este parchís nazareno fotografiado en Cádiz. Un lujito de tragaderas mentales, sin duda comparable a los nazarenos futboleros de Valladolid que ya comentamos hace tiempo. Bueno, tampoco hace falta ir muy lejos en esta época, vale con salir a la calle y ver cómo los ciudadanos de medio mundo hacen lucir escaparates en pretendida alusión al dios de los cristianos (que al parecer nació en verano) cuando en realidad lo que celebran es el solsticio de invierno según los cánones ancestrales. Y eso si mencionar al papanöel-santaclaus, un enjuague de tradiciones, supersticiones y otras yerbas comerciales. Sigan los enlaces de esta entrada para investigar un poco y luego, en lugar de andar rezando por ahí, pueden dedicar un rato a culturizarse sobre estas y otras cosas de cristianos. Con otras religiones no me meto por falta de conocimientos, no vayan a creer.

Parchís original
Parchís original

Sincretismos religiosos

Continuando con la entrada de ayer, les ofrezco otra imagen tomada en Cádiz, cuya larga historia y sus buenas digestiones espirituales han dado lugar a sincretismos sin igual en Europa. Las creencias en el dios suerte, en el dios dinero y en el dios de los palos, aunadas con gracejo y sin vergüenza alguna en este escaparate gaditano. La foto está tomada en verano, con esa costumbre que se ha puesto de moda de comprar lotería en otro lado, porque ya se sabe que en casa nunca toca.

Mitologías y creencias
Mitologías y creencias

El abominable hombre de la navidad

El diseño llevado a su máximo exponente en esta horrenda figurilla que quiere parecer un arbolito de Navidad combinado con un Papá Noel. Un lujo (probablemente asiático) cuya adquisición es posible en una tienda de la calle Mayor de Reinoso en Béjar y seguro en otros mil lugares de este puto planeta adorador de mitos.

Abominable hombre de la navidad
Abominable hombre de la navidad

El niño la bola

Espantajada encontrada en un escaparate y que parece la última moda en mierdangas navideñas. Un niñojesús metido en bola de cristal rellena de agua. Sólo superable por el horroroso pato coronado que lo escolta. Cada navidad parece que no se superará el límite de horterada de la anterio, pero parece que aún no se tocó fondo.

Niño, bola y pato rey
Niño, bola y pato rey