Ni los profesionales de curar nuestras dolencias se libran del afán recaudatorio llamado «espíritu navideño». Vean el bonito adorno que los diseñadores de rótulos luminosos de farmacias han realizado para nosotros. Y el personal de la farmacia igual piensa que con semejante motivo va a vender más condones. Pues no, señores, no. Además, la temporada navideña de los farmaceúticos termina en la primera semana de febrero con la venta masiva de predictores de embarazos fruto de las copas con oro y los tangas rojos de la nochevieja. Ese es el verdadero «regalito» de reyes para más de un incauto/a.
